Ya era casi la hora de clases así que me
apresuré en tomar el ascensor. Una vez llegué a mi salón me di con la sorpresa
de que las clases habían sido canceladas. Antes de hacerme hígado por la
situación, preferí evaluar las cosas que podía hacer estando en la universidad.
Recordé que, debido a mi situación de riesgo académico de ese tiempo, me habían
enviado varios correos sugiriéndome que vaya a ver a una asesora de riesgo. Y pues
ese día era propicio para hacerlo. Me dirigí al salón donde se hacían las
asesorías y entré. No había ni un gato, solo una señora vestida formalmente en
el escritorio principal frente al ordenador. Me vio y me preguntó: ¿vienes para
asesoría de riesgo? Yo le respondí afirmativamente y me pidió que le diera mis
datos y luego me sentara en una de las carpetas. Yo estaba medio miedoso porque
no sabía que me diría, era la primera vez que iba. Me sentía como si estuviera
esperando una sentencia, pues intuía que ella vería mi registro académico, el
cual era una reverenda mierda para esa fecha. -Bien ¿Jossi? ¿Así se pronuncia
verdad?-, con aquellas palabras rompió el silencio y dirigió su mirada hacia mí.
–Según este registro tu estas en riesgo académico por desaprobar por segunda
vez un curso y tener dos ciclos desaprobados sucesivamente. Te voy a ser lo más
sincera, las notas de tus dos ciclos anteriores están para llorar: llegas
raspando al 10 y tienes un curso desaprobado por inasistencia, o sea, un cero
automático. En este ciclo, el último que te queda para poder hacer las cosas
bien, a la fecha, has desaprobado todas tus prácticas y tus parciales. La
cereza de este pastel es que en todos tus cursos estás en límite de faltas.
Dime Jossi, dime la verdad, ¿para qué vienes a esta universidad? Yo no te voy a
florear diciéndote que tus padres están malgastando el dinero contigo, pues eso
lo debes saber desde que saliste como un desastre académico en tu primer ciclo.
Dime Jossi, con la mano al pecho ¿te das cuenta que no estás funcionando? Vas un
año y medio en este lugar y tu cerebro aún no capta que la has zurrado
magistralmente, y hace lo mismo una y otra vez sin medir las consecuencias.
¿Quieres resaltar en esta sociedad? ¿Quieres ser el héroe de tu generación? ¿Quieres
ser el orgullo de la nación? Esas son tonterías Jossi, tonterías de un joven
que desea conseguir algo grande sin siquiera poder pasar los cursos de primer
ciclo. Me gustaría seguir diciéndote tus verdades, pero no has reservado una
cita y el próximo chiquillo con el cerebro adormecido por fantasías está por
venir. Así que solo te daré un consejo: Ponte lo pantalones y la correa de una
vez, deja de fantasear en grandes templos si aún ni siquiera pones los
cimientos. No te retires de ningún curso, ni te retires del ciclo, solo sigue,
si consigues salir de esta situación…será un gran logro. Si te expulsan, por lo
menos muere luchando. Ahora vete y trata de salvarte-.
No sé si ese día aquella señora
se había levantado con ganas de gran putear a alguien, pero ese día se desquitó
conmigo de una manera un tanto académica. No sé si ese discurso fue ensayado, o
lo improvisó, pero me cayó como anillo al dedo (y eso que ni me dejó decir palabra
alguna). Y para qué, dejé de lado
estupideces fantasiosas y edulcoradas, eché las depresiones de mi ser y al final, después de tanto ajetreo, logré
aprobar mis cursos ese semestre. Ha pasado poco más de un año desde aquella
vez, y trato de no salirme de mi línea. A pesar que acabo de cagarla en los
parciales, trataré de sacarme la soga del cuello y remontar en esta segunda
parte del ciclo. Al final, nada es imposible…sobre todo si ya has estado hecho
basura en Riesgo Académico de la UPC.
Los dejo con un pequeño clip,
interpretado por Para One y llamado simplemente Final; sacado del final de la
película Water Lilies (Naissance Des Pieuvres en francés). Esta película del 2007,
escrita y dirigida por Celine Sciama, llegó a mí a través del canal I.sat como parte de su ciclo
sobre homosexualismo en el cine dramático. Tiene todo lo que una película
independiente debe tener: argumentos que no ves en cualquier lugar, actores algo improvisados, escenarios reales
y, por sobre todo, ¡UN FINAL ABIERTO!
Les
escribió Joss!, el que jaló la mitad de sus parciales. ¡¡¡Hasta la próxima!!!