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Llamada de emergencia

-  Qué hay Lombardo a los siglos–

- ¿Estás viendo las noticias? ¡Joder debes estar viéndolas ahora mismo! Medio Lima está viendo las noticias en este momento- respondió. Él hablaba demasiado rápido, sentía que cada palabra me la decía entre dientes, como tratando de soportar dolor. En el fondo podía escuchar el sonido de las sirenas de emergencia. En seguida me di cuenta de la situación.

- ¡Maldición Lombardo, qué haces allí! ¡Pensé que te habías largado a Trujillo!- la desesperación fluyó en mi tan rápido como parpadear y ver una vez más el televisor.

El tiempo se detuvo en ese instante, y se me helaron las manos. En la pantalla podía ver como ardía peor que Troya uno de los edificios de aquella universidad. En la parte inferior, el noticiero anunciaba que la policía se preparaba para entrar y rescatar a los rehenes.

- Volví a buscarla y… ¡aquí me tienes!, a un paso de irme al carajo- Lombardo dio una desatinada carcajada, y empezó a toser fuertemente.

-Oye escúchame viejo, tranquilízate. ¿Estás bien?- al responder, empecé a sentir una ráfaga helada que me recorría desde la garganta hasta el estómago cada vez que tragaba saliva.

-¿Estoy bien? Oye creo que tú estás más nervioso que yo. Me estás preguntando estupideces tío. Mira tu pantalla por cinco segundos más y dime si estoy bien.

- ¡Déjate de tonterías Lombardo! ¡¿Estás herido?! ¡Dime tu ubicación exacta! Estoy marcando al 105…

- Olvídalo- interrumpió- Ellos llegarán cuando todos los que quedamos en este edificio estemos en el infierno, si es que no lo estamos ya. Ahora sólo suelta tu teléfono fijo, pero mantén bien agarrado tu celular, siéntate en tu sillón y mira la pantalla; trata de calmarte como lo estoy intentando yo.

Dejé mi teléfono y me senté. En la pantalla podía ver a patrullas y ambulancia por lo que parecía una de las puertas principales de la institución.

- Escúchame ¿Recuerdas  cuando una vez hablamos de que si no hay nada que remediar mejor no gastar energía y usarla en lo que aún se puede lograr? Usa ese principio tío, pues tú no puedes hacer nada para mejorar mi situación. Ya no. Ayer por la noche aún creía que yo podía mejorarla, pero ahora, con cada gota de sangre veo tan lejana una maldita solución, joder. Llegué por la mañana a Lima, buscando a Edén. No podía perderla tío, no podía dejarla ir. ¿Tú sabes cuantas noches he soñado con ella? Cuantas veces he querido tenerla a mi lado y hacer todo lo posible para que perdone todas las estupideces que hice. ¡Soy un imbécil tío! como pude hacerle tanto daño, cuando ella lo único que hacía era amarme. Carajo el dolor está aumentando. Ensayé un discurso tantos días, y al bajar del bus perdí todas mis palabras. En ese momento me di cuenta de que si yo iba a pedir perdón, me tenía que salir del alma y no solo fingir que he redimido todos mis pecados. Joder cómo amo a esa chica. Lo primero que se me ocurrió fue venir y buscarla aquí. Tenía en mente darle una sorpresa, hacerle entender que por ella vale la pena cambiar las cosas y volver a empezar en cualquier lugar. Compré un ramo de tulipanes, como nunca lo hice. Llamé a Giacomo y le pedí que me prestara uno de sus tarjetas de ingreso. Lo hice venir este maldito día… diablos ahora su cuerpo está cerca de la biblioteca. No sé quiénes están haciendo esto, llevan máscaras y un arsenal de guerra. Te soy sincero, no me importa. ¡No me importa nada!, ni que Giacomo esté muerto, ni que otros estudiantes más murieran mientras corría escapando de una ráfaga de balas, solo tengo en la cabeza encontrar a Edén. Perdí a los tiradores en las escaleras. Llegué escabullirme al cuarto piso. Y es allí cuando empezaron las explosiones. Demonios, nunca me he creído un héroe, estoy asustado. No quiero que ella esté aquí. Solo eso, quiero sacarla de esta pesadilla, ¡no quiero que le pase nada! Mierda me estoy desangrando. Hay cuerpos tirados por todos lados, acribillados, chicas y chicos, profesores. ¡Tío este es el maldito infierno!


La voz de Lombardo se resquebrajo, por primera vez lo escuché llorar.

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Mis exámenes continúan, pero me doy un tiempo para distraerme, a nada.

Los dejo con The Lovers, una más de Indochine, pero es que este grupo es ¡lo máximo!. Igual: Black City Pare / 2013

Les habló Joss!, quien no quiere dejar su hábito de escribir cualquier tontería. See you!!



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Alguien debió evitarlo

“Querido Lombardo:
Es estúpido empezar así, porque la verdad y para ser sinceros desde un principio, me llegas al reverendo pincho y ni siquiera eres mi amigo; pero debido a las circunstancias, eres el único en quien puedo confiar. Soy el huevón al que todos los días le compras cigarrillos a una cuadra de tu casa. En fin, creo que hoy es un buen día para recordar lo que es escribir, a costa de mis manos rotas. ¿Por qué lo están? Pues porque he golpeado la pared hasta sentir mis huesos astillados. ¿Y cuál es el fin de eso? No tengo una forma diferente de enfrentarme al mundo. Llevo tantos años tratando de ser algo más que un simple bodeguero, pero hasta ahora no encuentro el fin de mi existencia. Tal vez para alguien sano como tu eso suene estúpido, pero desde la secundaria siento esto que me oprime, esto que siempre me hace dudar de mí, no sé controlarlo. Mi padre es un mayor del ejército, mi madre es arquitecta, yo llevo trece años de mi existencia pensando en cómo me etiquetarán, pero lo único que he obtenido es el rechazo de aquella maldita universidad a la que deseo entrar. Quizá debería intentar algo mucho más grande, pero las motivaciones son muy vacías a estas alturas. Hace un par de meses conocí a una chica y fue genial. Las veces que salimos me enamoré de su sonrisa y sus ojos, y empecé a suspirar como en la más cursi de las películas románticas. Pensaba en las cosas que le diría cuando la volviera a ver, e imaginaba a ella como la heroína en mi triste historia. Pero uno de mis defectos es ilusionarme demasiado rápido. Un día sin ningún motivo me dejo de hablar. Pasé varios días tratando de averiguar que hice mal o que dije para que hiciera aquello. Nunca lo supe, y es que no sabes cómo odio a la gente que en un momento te habla bien, te trata como un amigo y luego simplemente te bota a la basura porque no ven algo grandioso en ti. ¿Acaso a eso le puedo llamar amistad? Eso es mentir, ser un hipócrita. Si aborreces a una persona, pues desde un maldito principio se lo haces saber, y no esperas que su patética vida esté hecha añicos ¿No crees? Las últimas semanas me las he pasado meditando, y no he llegado a ninguna conclusión. No encuentro una solución. Seguro de que la hay, pero ahora estoy tan ciego con esta enfermedad que no puedo pensar en otra cosa que no sea largarme. Sé que luego me arrepentiré, pero al demonio, no puedo seguir cargando el arma de mi viejo para toda la vida.”

-El maldito infeliz se voló los sesos la otra noche- dijo Lombardo.
-Con razón al venir vi coronas fúnebres en la tienda- le dije mientras sostenía el pedazo de papel, el cual evidenciaba que había sido estrujado y manchado con lo que parecían lágrimas.- ¿Irás a su funeral?-
-No, a mí también me llegaba al pincho ese huevón- respondió Lombardo mientras encendía un cigarrillo.


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Ahora mismo estoy algo molesto, por lo que pretendo desahogarme un poco escribiendo alguna entrada, en fin hasta que alguien lo lea esto se mantendrá escondido. Eso me causa gracia.

Los dejo con College Boy de la banda francesa Indochine, de su álbum Black City Parade lanzado el 2013.

Escribió Joss! , el que debería estar en clase, o estudiando lógica, o estudiando macro, o haciendo algo por su vida.