“Now that I've lost everything to you”
Cat Stevens
Llegué a la
bodega, taciturno y mareado por los ansiolíticos que había tomado.
- - ¿Papi que te despacho?
- - Tú ya sabes Félix, hoy no quiero recordar ni mi
nombre.
- - Una chata blanca, un 7up y una cajetilla de ‘Lucky’
verde.
Llego a casa y no
saludo a casi nadie, parezco un alma en pena que se escurre entre los pasadizos
hasta llegar a la última habitación del segundo piso: mi habitación. Cierro las
persianas, pongo el seguro a la puerta y me quito toda la ropa. Me pongo
prendas más holgadas y cómodas; me recuesto sobre mi cama. Prendo el primer
cigarrillo y me pongo a pensar en todo lo que me había pasado en el día. Una
llamada inesperada de mi ex enamorada me dijo que muy posiblemente me convirta en padre. Un embarazo de gran riesgo, pero aquella vida se aferraba a ella y planeaba resistir todo lo que pudiera. Yo
recién despertaba y no estaba preparado para una noticia así. Mis intestinos se salían por mi boca. No soportaba la noticia, la cual destruía la nueva vida que
trataba de construir. Las horas pasaban y tenía que recoger un regalo para una
persona importante para mí antes de ir a clases, pero la noticia me tenía
atónito. No sabía ni qué hacer ni que decir. Mi madre me dio un par de pastillas
para reducir la ansiedad que desbordaba en mí. Fui a recoger el regalo, luego
me dirigí a la universidad. Mi regalo no fue bien recibido como era de
suponerse. No siempre las personas que tú crees especiales son las que mejor te
tratan. Al finalizar las clases, fui tras ella y le conté cuál el problema, y
ella me dio consejos sobre madurar y que siga siendo una buena persona. Trate
de hablar de un ‘nosotros’, pero sus últimas palabras fueron: “No me gustas, no
te quiero, no deseo estar contigo”. Esas palabras me hubieran quebrado, pero yo
ya lo estaba desde que desperté y no sentí nada. Ni dolor ni tristeza.
El primer
cigarrillo se va consumiendo y me propongo a realizar la combinación letal de ron
y 7Up. Una vez mezclado, tomo el primer sorbo, aquel que entra quemando todo a
su paso. Me recupero del primer asco, y empiezo a tomarlo como un refresco. Uno
y otro cigarrillo, y empiezo a notar que mi habitación parece una celda de mis
propios demonios. Estoy mareado y empiezo a escribir tonterías por mensajería a aquella
persona especial. Ella me dice mil consejos, pero yo solo quería leer que
ella está conmigo apoyándome y que me quiere. Pero nunca lo leí, solo me dijo
que es mejor dejarnos de escribir; pues siempre sale a la luz aquel tema de que
estoy perdidamente enamorado de ella; y eso le incomoda. Me bloquea de la
mensajería. Y yo no siento nada, solo sigo embriagándome, el techo gira sin una meta ni fin; trago tras trago; cigarro tras cigarro, solo quiero olvidar como me llamo.
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Los dejo con Wild World de Cat Stevens, pero versionada para la serie de TV: Skins.
Les escribió Joss! El que no tiene ni idea de que hacer.