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Tiempo

“Y son las voces en tu cabeza ahora.
Diciendo que hay algo malo en la forma en que me siento
Un eslabón roto, una pieza faltante, una rueda pinchada.”

The Way I Feel - Keane


Esperar ocho años es demasiado tiempo. Lo podría hacer en siete, o seis. Tal vez a fin de año, o el próximo mes. Las decisiones que uno toma son caminos que se deben imponer al miedo. Quizás en una hora, o en la madrugada cuando el frío nace. Sino temprano, antes del desayuno.

Tal y como sucede cuando uno se va de una casa ajena, me despediré agradeciendo por lo que se me ofreció. Muchas sonrisas verdaderas, música que bailé, perfumes de los que me enamoré. Usaré el excusado por última vez, me peinaré el cabello para salir bien arreglado. 

De seguro estaré temblando antes de irme -de solo pensarlo se estremece mi cuerpo- me miraré al espejo y sonreiré. Puede que vea a todos los seres que quiero o quise alguna vez, pero ninguno pondrá objeciones. 

¡Debería ser rápido, sin ser tortuoso!

Miento. Debería doler para entender el castigo que el mundo ejerce sobre quien se cree valiente, pero en el fondo solo es un cobarde. Muchos criticarán, por el libro que nunca se publicó, el concierto que nunca se tocó, el título que nunca se consiguió; mas luego de unos días callarán y entenderán que los objetivos se multiplican por cero cuando llega el momento. Mi canción favorita me sumergirá bajo el agua empozada en una cama. Allí pretendo soñar un poco a costas del tiempo; mientras contemplo como la vida se escurre entre mis manos y tiñe de rojo aquel océano en miniatura. Luego cerraré mis ojos, los cerraré fuerte y no los abriré más.

Mi mente buscará culpables, pero la verdad es que ni la decadencia del invierno, ni las personas que pudieron hacer algo tendrán la culpa. Es mejor pensar que será por iniciativa propia. Siempre ha sido así. La historia siempre estuvo escrita de esa forma. No puedes cambiar una línea de un libro ya impreso.

Quizás en dos años o diez. Tal vez en once meses o tres. Puede que llegando a casa por la noche o una tarde cuando nadie, a parte de mí, allí esté. 

No importa mucho el tiempo, pero lo haré.



Los dejo con la última canción de una de mis bandas favoritas, Keane: The Way I Feel.


Les escribió Joss!, quien al fin acabó la universidad, pero sigue con el tiempo en contra.