0

¿Eres un fuckin' marginado?

Todo empieza cuando naces. Eres un nuevo ser. Depende mucho quienes te hayan creado y en qué ambiente. Tal vez tienes suerte, y empiezas arriba o al medio del escalón; tal vez no seas tan afortunado y empiezas en la parte inferior o en lo más bajo de la escala. A partir de aquello y, mientras vayas creciendo, experimentarás diversas situaciones (buenas o malas) de la caprichosa vida. Yo haré un muy breve acercamiento a lo que podría pasarte si eres un hijo del infortunio, un perdedor, un marginado. 

1) Puede que lo primero que experimentes sea la indiferencia de los demás hacia ti. Tú querrás al principio llevarte bien con todos, pero ¡no! No todos querrán llevarse bien contigo. Muchos te insultarán, y tú ni siquiera sabrás el porqué. Buscarán en ti cualquier defecto físico del que puedan colgarse las veces en las cuales se dirijan a ti. Si no lo encuentran inventarán uno.

Freaks (1932)

2) Muchas veces sentirás que todos a tu alrededor son diferentes, marcianos cuyo planeta ha sido invadido por un ente tan extraño como lo es tu presencia. Serás el último en ser elegido en una actividad grupal. No te invitarán a fiestas ni a juergas. Te golpearán. No te saludarán por tú cumpleaños. Las chicas jamás dirán a otras personas que eres alguien lindo. Pocos te agregarán a las redes sociales y si lo hacen, cuando les hables te dejarán en visto. No importa el lugar, ni la ropa que lleves puesta en una foto, está última jamás tendrá un “like”.

Ser o no ser marginado, uno no lo elige.

3) Cuando llegues a una edad suficiente (entre los 12 y 15 años), quizás te cueste un poco  más encontrar pareja. Obviamente, esto es muy relativo. Dependerá mucho de cuanta autoestima hayas acumulado en los últimos seis semestres. Partiendo de ello podrás lanzarte al ruedo del amor y ver que encuentras. Aquí tal vez no te toque la persona que tanto ansías, pero no importa. Tal y como dicen en La maravillosa vida breve de Oscar Wao (Junot, 2007): “(…) empieza con una feita (…)”. Ahora, si en este punto eres uno de los que ya más de una vez han estado a punto de lanzarse de uno de los puentes de las avenidas Grau, Javier Prado, Paseo de la República o Evitamiento; pues déjame decirte que una soga funciona mucho mejor, solo no olvides de ir al baño antes de partir.

A nada


4) Avanzamos unos años más, y verás el ciclo de la Puerta Cerrada, o el anuncio “Nos reservamos el derecho de admisión”. Yo planteo aquí un par de posibilidades:
- Eres un marginado, pero tienes una buena cara-  podrás romper está barrera sin mucho esfuerzo.
- Eres un marginado, con una cara con mucho que desear- ve buscando una abogado para interponer demandas a diestra y siniestra.
Entiéndase cara como la imagen que da uno hacia los demás. No hablo sobre racismo por color de piel, pues simplemente me aburre (hice un trabajo de investigación sobre ese tema, es decir, estoy encabronado con ello) busquen a Portocarrero, Manrique, Bruce y todos esos autores que se ganan la vida hablando de la guerra entre cobrizos, afroperuanos y  caucásicos.

No seas Naranja, sé Piña



5) Crecerás con ganas de vengarte. Todas las noches al irte a la cama, mirarás el techo, imaginando de mil maneras como demostrarías al mundo que eres alguien que sirve para algo. Pensarás en como harás girar el mundo en tu dedo índice, misma pelota de básquet. Y sentirás la energía pura de tu furia. Quizás en ese momento te den ganas de levantarte y empezar a hacer todos los preparativos para patear el trasero del infortunio. Sin embargo, en unos minutos tus revoluciones bajarán y pensarás: “El mejor día para llevar a cabo una venganza es mañana”. Dormirás. Repetirás el proceso por mucho tiempo antes de por fin canalizar tu vitalidad para realizar alguna acción. Solo será cuestión de cómo dirijas la garra y los deseos para lograr un triunfo. Y de seguro cuando toques la gloria, después de celebrar, en la intimidad de tu litera, dirás a viva voz: ¡Lo logre malparidos!



Dejé este sucio blog abandonado, debido a diversos proyectos personales. Pero hoy se me dio por escribir un rato aquí. Mis vacaciones van acabando, y la verdad, me quedaron cortas, me falta tiempo para hacer todo lo que deseo. En fin, se aproxima un ciclo algo fastidioso, disfrutaré de mis vacaciones hasta el último día.

Los dejo con La liga del sueño (con ‘Pelo’ Madueño a la cabeza) y su tema Mala Sangre. Esta canción sirvió como tema principal de la película Ciudad de M (una de las primeras cintas peruanas del nuevo milenio y también una de las mejores que he visto del cine local).

Les habló Joss!,  al que le vale vergas su propio blog. ¡Hasta la próxima!