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Si es que alguna vez gané

“Aquí los malos son malos, los buenos también si les regalas tus labios y tu piel”
Mar de Copas

No existen palabras para describir la tensión que sentía cuando estabas sentada a mi lado en uno de los sillones de mi sala. No era fácil contener mi felicidad, tampoco mi nerviosismo, ni los deseos que ocultaba bajo un cojín o con un beso en la mejía sin ningún fin. Yo algunas veces llegué a sospechar que tú sabías muy bien lo que provocabas en mí, pero también entendías que jamás sobrepasaría el límite que tu fantástica amistad me marcaba. Entendía que tuya habías elegido a una persona, y no me quedaba más que respetar las decisiones que tomabas. Solo me acogía a las fantasías que podía crear a partir de las historias que me contabas en la oscuridad de las tardes de los jueves. Aquellas fantasías que entristecían mi alma cuando te marchabas, pues sabía que en algún momento una simple despedida se volvería la última vez que nos veamos. Y pues así pasó, no pude evitar el golpe de tu partida. Me hubiera gustado sentirte mucho más tiempo cerca de mí, pero yo no era nada como para pedirte aquellos anhelos. Solo quedó aferrarme a aquella vez en el cual nos echamos juntos en mi sillón y te pude abrazar; o la vez que me aventuré a darte un pequeño beso en los labios antes de tu partida, como un error de cálculo y puntería al momento de despedirme, el cual tu nunca rechazaste y reprochaste. Es más, nunca volvimos a hablar de ello…

Han pasado varios años, y ahora la verdad no sé exactamente dónde estarás. No me animo a preguntártelo por alguna red social. No tengo fuerzas para conversar. Muchas cosas te traen a mi mente y es imposible olvidarme de ti como suelo hacerlo con tanta gente. Es inevitable rememorar las tantas veces que prometimos viajar juntos, o recordar que mantenía la fe de que en un momento podría decirte lo tanto que te amé. Sé que eres feliz con alguien en algún lugar, y es algo que no pretendo perturbar. La última vez que volviste, no quise verte, no querré hacerlo nunca más. Si alguna vez me preguntas el porqué, tampoco tengo palabras para describirlo.


Los dejo con la canción Sobre las vías del tren de la banda peruana Mar de Copas, publicada como parte del disco Entre los árboles en el año 1994.


Les habló Joss!, el sufrido que recuerda viejos amores a las 5 de la mañana. ¡Hablamos!




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