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¡Feliz navidad Flowers!

¿Dónde?

Cuando miraba tus ojos podía ver el lugar
en el cual yo me quería quedar
por siempre; dormir, reír, soñar.
Allí, bajo tus pupilas, yo deseaba pertenecer;
y solo despertar bajo las notas de tu voz,
de madrugada, cuando los sentimientos mejor florecen.


¿Dónde estarás?
No he dejado de pensar en tu sonrisa ni un solo día,
aquella que se dibuja perfecta en tu cara.
Mi alma tiene tanto que decir.
Un puñado de versos no podrían contener
todas las cosas  que solo siento por ti.
  

Es tan difícil entender por qué no estás aquí.
Los segundos son demasiado largos;
las horas, infinitas.
La desesperación abraza cada una de mis palabras,
pero cariño, sé disimularla.
Aun así, es inevitable hacerme muchas preguntas.


¿Dónde estarás?
¡¿Acaso no importan mis lágrimas?!
Cada día que pasa es demasiado tarde.
Cielos, ¡desearía que me oyeras ahora!
No soy el mismo, pero necesito de tu luz.
Ilumíname, ¡¿qué más debo hacer para encontrarte?!


Paso los días escuchando canciones,
aquellas que te dibujan en mi mente.
Así no te siento tan lejos mientras te busco.
Sé que suena patético, tú dirías eso.
Pero pequeña mírame, estoy enamorado.
No quisiera dejar de respirar sin decirte una vez más: te amo.


¿Dónde estarás?
¿Alguna vez nuestros caminos se volverán a juntar?
Las esperanzas podrían durar por siempre,
escondidas bajo mi almohada.
Pues si no te puedo volver a encontrar,
de vez en cuando, al menos, en mis sueños puedes estar.


Hace poco alguien me vio escribiendo este poema, y me preguntó si valía la pena seguir haciéndolo, dedicando parte de mi tiempo a una composición que tal vez nadie lea, ni siquiera la persona a quien va dedicada. Pensé un momento y pues es válida su pregunta. ¿Vale la pena seguir? Cada hora invertida ordenando mis ideas ¿vale la pena? Ni siquiera soy bueno. Una vez Borges dijo (y yo lo leí de Vargas Llosa): ‘En la poesía solo se admite la excelencia’. Yo no estoy ni cerca. Pero es lo que me nace hacer ahora. Escribir y escribir, horas enteras frente al ordenador. Si hay algo que vale la pena en mi vida, es buscar las mejores palabras que podría dedicar a la chica que amo. Darles un significado, porque es todo lo que quisiera decirle si la viera. Porque ella me ha inspirado y agradezco todas las cosas que me ha enseñado. Vaya… en estas fechas mucha gente se pregunta qué regalo debería conseguir para aquellas personas que estima. Se fijan en tamaños, precios, colores, cantidades; pero terminan dejando de lado lo más importante: la esencia de un presente. Es válido conseguir muchas cosas que dejen maravillado a quien los recibe (quién no se quedaría con la boca abierta si le regalan un auto del año o un celular de alta gama), pero - en lo personal - yo considero que el obsequio es completamente vacío si no contiene estos ingredientes: un significado, algo de ti que no puedes recuperar y las ganas de querer darlo. Solo así uno podría decir que está dando algo realmente especial. No importa que tan grande o pequeño sea lo que darás; no importa si regalarás un departamento, un viaje, unas medias de abeja, un videojuego, un abrazo, un televisor o un poema; si contiene estos tres ingredientes, puedes mirar los ojos de quien está recibiendo el regalo y decirle que lo que estás dando está saliendo desde lo más profundo de ti, empapado de todos tus sentimientos. Eso es lo que realmente cuenta.

Entonces, ¿vale la pena seguir escribiendo? Sí, lo vale, siempre lo valdrá, por ella vale la pena hasta morir. Será como una carta dentro de una botella. No importa lo que me digan, solo deseo obsequiar algo de mi en esta navidad.


Feliz navidad a quien lea esto. Feliz Navidad Flowers, este es mi regalo.







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